Diez rutas en bici para disfrutar del aire libre, casi en solitario

En estos días de cuarentena no hay mayor placer que pasear en bicicleta entre pólderes interminables y pueblos rescatados de la historia. Gaceta Holandesa propone diez rutas de escape por unos Países Bajos poco explorados. Desde la ruta de Van Gogh en Brabante hasta Kinderdijk en Róterdam, sólo es necesario subirse al sillín con un buen refrigerio y echarle ganas a los pedales.

Cada vez que se aterriza en algún aeropuerto de los Países Bajos llama la atención del pasajero el estar llegando a un territorio diseñado como una maqueta de Lego: con campos de cultivo rectangulares delimitados por caminos, pueblos perfectamente distinguibles y una red de caminos por el que transitan, a medida que uno se va acercando a la pista de aterrizaje, bicicletas.
Como si de personas se tratara, son 25 millones frente a los 17 millones de habitantes. Más bicis que gente en un territorio perfecto para su uso: plano, de distancias cortas entre pueblos y ciudades, con una red de ciclovías de cien mil kilómetros o más y que son impresionantes: ¡Algunas podrían ser carreteras! Y lo mejor de todo es que (casi) todos las respetan. Como si de religión se tratara, es un pecado no tener una bici en casa. Son contadas las personas que no las usan, a sólo que no sepan montarla, algo imposible, por supuesto.
Conozco a varias personas que han recorrido el país de norte a sur o de este a oeste; que le han dado la vuelta, de ida y de regreso; que han recorrido todos los LF Routes (rutas de larga distancia) con alforjas colgadas a los lados de la parrilla con una tienda y un saco de dormir. Pero también, y esos son los más, me encuentro en estas tardes de primavera a quienes planifican una tarde o un día entero por una ruta cercana a casa.

En las últimas ocho semanas «gracias» a este confinamiento inteligente la mayoría de ciudadanos, desesperados por estar al aire libre, se ha dedicado a pasear sobre las dos ruedas. No hay lugar por el que uno pase sin ver a una pareja con niños o sin ellos, ciclistas en sus bicis de montaña o de ruta, gente en solitario en sus omafiets (bicis de la abuela) dándose una vuelta por su localidad o planificando una salida más larga con los knooppuntenroute (rutas de puntos sobre el mapa).
Ahora que posiblemente nos acercamos al final de una larga cuarentena, y en el que quisiéramos aprovechar el tiempo libre explorando nuestro entorno rural y citadino, Gaceta Holandesa propone diez rutas: ocho cortas para pasar un día ameno en algunas provincias del país, y dos de largo aliento que también se pueden hacer por etapas según dónde se habite. Así quizá nos animemos a soñar alguna vez con unas vacaciones dentro del “kikkerland”.

Un ruta corta a la playa

Una vuelta fácil de hacer, a las afueras de Ámsterdam, sin perder el encanto de los placeres de la costa con puestos de venta del famoso arenque holandés. Haarlem, una de las ciudades más antiguas de Holanda, aún conserva un ambiente medieval con sus calles adoquinadas y sus casas con gabletes en el que se puede visitar la basílica catedral de Savón, la principal de la diócesis de Haarlem-Ámsterdam. La partida es en Zandvoort, en Behind the Beach Bike Rentals (lugar de alquiler de bicis), ideal para el turista o el que no tenga bicicleta. La ciclovía sube hacia el norte en dirección al balneario Bloemendaal aan Zee, después toma los caminos que atraviesan las dunas del Mar del Norte hacia Overveen y Haarlem. Uno retorna a Zandvoort por las impresionantes villas de Aerdenhout de vuelta al punto de partida.

22.5 km – 1.15 hrs. en bici
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Por los paisajes de Van Gogh

“En het Brabant dat men gedroomd heeft, daar komt de werkelijkheid soms al heel dichtbij”
(«Y el Brabante que uno ha soñado, a menudo se aproxima al real»)
V. van Gogh -1884

A las afueras de la ciudad de Eindhoven se encuentra la ciclovía de Van Gogh-Roosengaarde y el pueblo de Nuenen donde se puede visitar Vincentre, un pequeño museo dedicado a los dos años, entre 1883 y 1885, que Vincent van Gogh pasó en Brabante Septentrional. La ruta comienza en Eindhoven y recorre el camino llamado Vincent Van Gogh. Es una experiencia única que llevará al visitante a experimentar la sensación de estar en los mismos escenarios en los que este artista neerlandés pintó sus primeras obras maestras inspiradas en los pobladores y el pueblo de Nuenen. Los comedores de patatas, por ejemplo, o El vicariato de Nuenen, que se exponen hoy en el Van Gogh Museum en Ámsterdam. Esta vuelta es de 50 kilómetros pero se puede acortar retornando directamente de Nuenen a Eindhoven.

50 km (3.25 hrs. en bici – 2.15 hrs. en e-bike)
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Encanto en el río Maas (Mosa)

Una vuelta por Maastricht, Bunde e Itteren, tres pueblos cercanos de la ciudad más meridional de los Países Bajos empieza y termina en la Taberna del Tabbernakel. El camino está diseñado para aquellos que viven en la zona y desean dar un paseo con sus hijos, bastante asequible para andar sobre plano, sin pendientes ni subidas difíciles como las que hay en el sur de Limburgo. Pasa por Bunderbos, a orillas del Mosa, y por el Castillo de Borharen, de estilo barroco, que en la actualidad es un hotel muy exclusivo.

30,51 km (1.44 hrs. en bici – 1 hr. en e-bike)
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Un paseo por un lugar pintoresco, patrimonio de la Humanidad

Déjate sorprender por esta ruta desde Róterdam a lo largo del río Mosa hacia uno de los lugares más visitados en los Países Bajos: Kinderdijk, mundialmente conocido por sus diecinueve molinos declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este lugar representa parte de la historia neerlandesa, la lucha del hombre frente a las aguas de los ríos y del mar, en un territorio que hace mil años era pantanoso pero muy fértil en temporada seca. A finales del siglo XV los lugareños decidieron construir molinos para drenar las aguas de los ríos, todo esto después de muchos años de lucha frente al ingreso del mar, como se menciona en la documentación histórica acerca del desastre de Sint Elizabethsvloed (1421).
La ruta empieza en el centro de Rótterdam, cruza el famoso Erasmusbrug y recorre una simpática ruta por la ribera del río Mosa hacia Kinderdijk.

40.5 km (3 hrs. en bici – 2 hrs. en e-bike)
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Una vuelta por el jardín frutal de Holanda

Déjate seducir por los caminos rodeados de plantaciones de árboles frutales: cerezos, manzanos, perales que adornan el paisaje del Betuwe. Se puede visitar toda la temporada de primavera y verano. En abril están en plena floración, se convierte en un espectáculo de pétalos blancos y rosas que despiden un olor peculiar durante el paseo. Entre julio y agosto maduran las cerezas, y a partir de septiembre y durante el mes de octubre las manzanas y las peras. Betuwe es conocida por ser el jardín frutal de Holanda.
Gaceta Holandesa te propone esta ruta que combina este paseo entre árboles frutales y por pequeños pueblos, con casas rodeadas por el agua canalizada de los ríos Lek y Rin. La vuelta pasa por el poblado de Buren, lugar en el que Guillermo de Oranje contrajera nupcias con Anna van Egmont en 1111. La vuelta empieza y termina en Maurik, en el Vakantiepark Eiland van Maurik, lugar ideal para aparcar el coche.

42 km (2,5 h en bicicleta – 2 horas con la e-bike)
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El mercado del queso en Gouda

Una ruta turística a tan solo 10 kilómetros de Zoetermeer al sur de Leiden, lleva al cicloturista al corazón de Gouda, una pintoresca ciudad conocida mundialmente por su mercado de queso gouda que se celebra todos los jueves. La web del fietsroutenetwerk recomienda empezar y terminar el paseo en Restaurant Roest, Boslaan 3, Benthuizen, lugar cómodo para aparcar el coche, en caso de que se use. Sigue directamente una ciclovía por campos de cultivo, por el Boomkwekerijmuseum, y por los lagos de Reeuwijkseplassen.

48.7 km (3.15 hrs. en bici – 2 hrs. en e-bike)
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En bici sobre plano (Noordoostpolder )

Esta histórica ruta pasa por Schokland, una localidad conocida por ser el símbolo de la lucha de los Países Bajos contra el agua, considerada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La leyenda cuenta que el Noordoostpolder se pobló gracias a una piedra que está a 30 metros de Urk, dentro de las aguas del Ijselmeer. La cigüeña llegaba allí desde Egipto y dejaba a los recién nacidos. ¡Las parejas debían pagar un florín por una niña y dos por un niño! La vuelta empieza y termina en Urk, pasa por el Museo de Schokland y las vistas de los pólderes o terreno ganado al mar.

55.92 km (4,5 horas en bici – 3,5 en e-bike)
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Bienvenidos a 1742

A nadie más que al rey Guillermo de Oranje se le ocurrió mandar construir el fuerte Bourtange en la costa norte, para defender la actual Groninga de la armada española en 1580. Cuando el fuerte fue abandonado, sus alrededores se convirtieron rápidamente en un pueblo agrario. Ahora gracias a la iniciativa del ayuntamiento de Vlagtwedde, el fuerte ha sido reconstruido, y puede ser visitado por los lugareños. ¡Sin duda uno de los sitios que se tienen que visitar en Groningen!

38,50 km. (2,5 hrs. en bici y 2 hrs. en e-bike)
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